En tanto, el presidente Fernando De la Rúa transcurrió la mayor parte del sábado analizando con sus colaboradores la crisis que las medidas provocaron en su gabinete.
Tres ministros y otros funcionarios (la mayoría del ala izquierda de la coalición gubernamental) presentaron sus renuncias en disconformidad con el ajuste económico que preparó el ministro de Economía, Ricardo López Murphy.
En tanto, el Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional salieron este sábado a apoyar el plan y lo calificaron de "sólido" y "bueno".
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El programa de austeridad establece un recorte en el gasto público de casi US$2.000 millones para este año, US$2.500 m para el próximo y cerca de US$3.500 m para el 2003.
Las cifras significan disminuciones importantes en las partidas destinadas a educación, programas de salud y participación federal a las provincias, así como la reducción de empleados públicos.
Las medidas que elaboró Ricardo López Murphy, un liberal ortodoxo que llegó al Palacio de Hacienda hace dos semanas, intentan sacar al país de la recesión y estancamiento en que se encuentra hace casi tres años.
Al mismo tiempo, responden a pautas acordadas con el Fondo Monetario Internacional en diciembre pasado, tras lo cual Argentina pudo acceder a un blindaje financiero de unos US$40.000 millones.
Al rojo vivo
El ajuste amenaza con generar una semana de conflictos sociales en Argentina.
Este sábado, los principales sindicatos del país convocaron a los trabajadores a movilizaciones y paros.
Uno de los primeros en hacerlo fue el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) disidente, Hugo Moyano.
"Convocamos a todos los sectores de la sociedad que se sientan afectados por este modelo económico" a una movilización a Plaza de Mayo en Buenos Aires el martes y a un paro nacional el miércoles.
Al poco tiempo se unió Víctor De Genaro, titular de otra de las centrales que aglutina a importantes gremios del país, la Confederación de Trabajadores Argentinos.
Lo acompañaba Marta Maffei, secretaria general del gremio docente, quien manifestó su molestia por el recorte al sector que alcanza US$361 millones para las universidades este año.
Por su parte, la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) también llamó a la huelga a todos los establecimientos educativos para el martes y miércoles, además de movilizaciones, toma de universidades y la declaración del "estado de alerta".
Moyano ratificó que entre el 5 y 6 de abril se realizará otro paro nacional de 36 horas.
También el gobierno
Los analistas políticos consideran que el plan económico ha quebrado totalmente la debilitada Alianza del presidente Fernando De la Rúa.
Poco después de conocerse las medidas, tres ministros y varios secretarios de Estado (la mayoría del FREPASO, el ala izquierda de la coalición con el Radicalismo) presentaron su renuncia en desacuerdo.
El presidente transcurrió la mayor parte de este sábado analizando la crisis de gobierno con sus colaboradores más cercanos.
Paralelamente, el peronista Carlos Ruckauf, gobernador de Buenos Aires, la provincia más poderosa del país, exhortó al jefe de Estado a que "este fin de semana rectifique las medidas económicas".
"El ajuste no debe realizarse sobre las provincias, la educación y los trabajadores, sino que debe aplicarse una política de recaudación fiscal que apunte a los grandes evasores", enfatizó el mandatario provincial.
Ruckauf estimó que el paquete económico "no va a producir reactivación ni crecimiento" sino por el contrario "va a parar la educación y generará conflictos en todos los gremios, ya que con estas medidas están echando a 40 mil empleados públicos".
La otra cara
Mientras crece la tensión y el pesimismo en los ámbitos políticos y gremiales, la imagen en los sectores financieros es completamente opuesta.
El propio ministro de Economía, Ricardo López Murphy, ofreció una conferencia de prensa en la sede de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
"En la medida en que los mercados vean un respaldo explícito a las medidas, van a reaccionar positivamente", dijo. López Murphy pidió a los empresarios y banqueros presentes que "escriban cartas" a los legisladores para que aprueben las medidas.
El jefe de la cartera económica prometió que el gobierno hará los esfuerzos necesarios para que las leyes sean aprobadas en el Congreso y enviar así señales claras a los mercados.
Los analistas tomaron el mensaje con cautela, ya que la ola de renuncias y la oposición de las provincias dificultará el procedimiento legislativo.
Apoyo desde Santiago
La situación en Argentina encontró a funcionarios del Banco Mundial y del FMI reunidos en Santiago de Chile con vista a la próxima asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo.
En declaraciones a la BBC, Claudio Lóser, director del Hemisferio Occidental del FMI, calificó de "bueno" el plan económico de López Murphy.
"Ahora tenemos un paquete muy importante que merece apoyo interno y externo", dijo Loser quien reiteró el respaldo de su organismo al gobierno argentino.
Por su parte, Guillermo Perry, economista jefe para América Latina del Banco Mundial, consideró que el programa es "muy sólido, muy fuerte".
"Nos parece que el programa está muy bien, es un programa duro, pero las circunstancias son difíciles", dijo.
"Lo que es fundamental ahora es que se consiga el consejo político interno para poder llevarlo a cabo bien", finalizó.
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